Si las mujeres fuesen comparadas con gatos que matan aves, seguramente muchas serían un caos y maldición en nuestras vidas, pero aún las que observamos todos los días, las más tiernas , dormilonas y de las que menos pensemos que podrían crearnos problemas, son de las que deberíamos de preguntarnos si no es de ellas el plato roto en la cocina que jamás escuchamos que cayera.
Instinto asesino
Víctor Alcázar
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