Tu piensas que tu padre es fuerte, pero yo he visto llorar a tu padre cuando tu no pudiste acercarte a él para darle un vaso con agua porque estabas muy lejos de su casa y no te fue posible asistirlo.
Yo he visto a tu madre llorar aunque pensabas que era tan fuerte que por eso nunca se quejo por años, pero ella me ha pedido que nunca se lo diga a nadie porque no es necesario, ¿a quien le podria importar el llanto de una mujer? que siempre estuvo para todos y hoy no tiene a nadie a su lado más que a mi que soy un desconocido.
Yo he visto a tu hermano desnudo porque lo he tenido que cambiar de ropa, porque el no ha podido hacerlo solo y he tenido que estar callado mientras sucede que mejoran las cosas para el mientras tu creías que él estaba disfrutando la vida.
Yo he visto a tu hermana enferma de fiebre porque nadie ha venido en su ayuda a pesar que tiene muchos hermanos y me ha pedido que nadie se entere porque no quiere dar pesares y prefiere cargarlos sola.
He visto a tu mujer y a tus hijos caminando por las calles y pidiendo dinero y levantando comida de las cajas que ve afuera de las tiendas y poder probar alimento porque no han querido molestarte ahora que has ido a vivir con tu nueva pareja, así que he comprendido mucho sobre ti.
Yo también he pasado por todo lo anterior y no lo he dicho a nadie porque yo he venido para ayudar y mi camino no tiene sentido si no comparto mi vida y mis posesiones.
Yo también he visto que tus atardeceres no son los mismos que los míos y los de tu familia también han sido hermosos antes de apagarse en tinieblas sin pronunciar ninguna palabra en el hospital.
Lo que mis ojos vieron, los tuyos seguramente no lo verán y nunca lo sabrías si no lo mencionara.
Yo también
Victor Alcázar