lunes, 21 de octubre de 2024

vuelo especial

Que interesante la forma en la que se establece que el dolor de columna vertebral de los seres humanos es un dolor psicológicamente asociado a la familia.

Tal vez una revisión a las caídas desde lo alto de un árbol cuando un niño o una niña juegan tenga más razón de sanar la cicatriz en los huesos y en los tendones: asociarlo a la falta de cercanía con el árbol que nos sostiene en el columpio, o al sonido del ave que en el árbol tiene un nido lleno de pequeñas avecitas que se van a encargar de alegrarnos la vida ahora que los dolores parecen constantes.

Levantar la vista ante un árbol es el elevador y vía para mirar las nubes a las que he olvidado desde que puedo ver cientos de fotografías que me recuerdan un cementerio de recuerdos.

Yo no sé mucho de psicología pero que alguien hable sobre mi dolor de espalda sería contraproducente para sanar lo que parece ser una añoranza y no una enfermedad o padecimiento.

Yo veo el mundo como el mundo me ha visto y siempre lo he visto desde el piso donde he caído mientras creía volar.

Tal vez mi interes por las alas y el vuelo por las mañanas no tenga que ver con angeles sino con esas pequeñas aves con las cuales crecí pensando que eramos distintos y ahora entiendo que entre más alejado este de la sociedad es cuando más feliz y sano podría ser.

Vuelo especial 
Victor Alcázar

Cada sueño al despertar

Aún no abro los ojos al primer rayo de sol de la mañana y mi instinto cada día es apretar mi puño derecho y golpear al cielo.

No se que signifique esto para un especialista pero para mí es rutina matutina y debería de dejar de pensar mucho en ello y revisar todos los días el sueño que acabo de tener donde un par de mujeres de piel blanca me reciben sonrrientes en su mesa y la mujer más cercana a mi tiene pecho generoso y un tatuaje de corazón verde en el área del pecho la cual está decorada con pecas naturales que resaltan la belleza en la que se envuelven las mujeres adiestradas en inteligencias.
La segunda de ellas ríe mientras me reciben ambas diciendo que no pensaban que íbamos a llevarnosla tan bien y dicen un chiste respecto a que parecíamos tan distintos en pensamientos lo cual es interesante para todos.

Una tercera mujer me llama por mi nombre y le veo rejuvenecida y al voltear con ella me pide que la ayude a caminar , me parece que no necesita de mi apoyo pero lo hago y en cada paso que damos juntos me doy cuenta que es ciega: la edad le ha dejado ciega y su resplandor no termina de hacerme llorar aunque no lo demuestro porque quién soy yo para emitir un juicio sobre la vida de una mujer que ha alimentado este mundo cuando yo todavía no existía.
Tras de dejarle en lugar seguro,
Me siento q contemplar en una banca una escultura y fuente de agua con forma de concha de mar.
Quedó absorto ante tanta perfección al mostrarse ante mi la visión matemática del universo: cada línea de la concha está dividida por otras líneas contrarias lo que me da la respuesta sobre las eras y los designios e infortunios de todos los seres, así mismo es claro que es mención inequívoca de planos dimensionales de los cuales solo están enterados ciertos seres que como un ave, no emiten sonido mientras vuelan para buscar alimento cada mañana mientras se pierden en la bruma del amanecer.

Cada sueño al despertar
Victor Alcázar